Joan Fuster, en 1972 declaró que Vicent Andrés Estellés fue un gran poeta,
pero realmente no fue sólo un gran poeta, sino que, como veremos más adelante,
fue también un periodista del siglo XX.
Sin embargo, no hay duda que el
periodismo no era lo suyo y, como señala Fuster, fueron sus composiciones en verso las que
todavía perduran en el tiempo gracias a la utilización de temas universales que
lo han convertido en un clásico, como por ejemplo la muerte, el amor, la
sensualidad y la felicidad delante de nuestra comida favorita y de los pequeños
detalles de la vida cotidiana. No obstante, otros aspectos que antes no se
habían contemplado han vuelto a resurgir en este periodo de crisis económica.
Dichos aspectos son la represión, la esperanza pasiva y la pobreza en la que
nos vemos inmersos en la actualidad. Aunque seguramente habrá muchos más.
Antes de comenzar con el análisis de
los poemas de esta antología poética, debemos hacernos dos preguntas ¿Por qué
Estellés escribió lo que escribió? Y ¿Cómo lo escribió? Tal vez ésta última es
más complicada de entender, ya que no estamos preguntando si la escribió
mientras estaba sentado o de pie, comiendo o bebiendo… Sino que, nos estamos
refiriendo a la estrategia que utilizó para poder decir lo que no se podía decir, a cómo se sentía en ese momento etc.
Para responder correctamente estas dos
preguntas necesitamos saber el contexto político y social, ya que el mundo no
es algo aislado, todo lo que ocurre repercute en el resto, como cuando tiramos
una piedra en el agua, y las ondas que creamos llegan a la orilla y espantan al
pájaro que estaba bebiendo, al pez que iba a salir a la superficie, a las algas
y a las hojas y troncos que estaban flotando en esa horizonte que forma el agua
con el cielo.
Queda clara, por tanto, la necesidad
de estudiar brevemente el contexto; así que empezaremos hablando de la
represión y el estoicismo durante la posguerra. A propósito, ¿Por qué durante
la posguerra y no antes? Esta duda nos
lleva a viajar hasta la Renaixença, que
fue un movimiento que inició una normalización, crecimiento y consolidación de
la estructura cultural de la lengua Valenciana ó Catalana. Dicho movimiento, se
vio interrumpido por Primo de Rivera pero calló totalmente con el franquismo,
por esta razón, es durante la postguerra y no antes.
Una vez solucionada la primera duda,
se hace necesario aclarar eso de la coerción franquista, ya que en Cataluña, Islas Baleares y País Valenciano tuvo una doble
ramificación:
Por un lado, encontramos
la represión ideológica y política, es decir, la negación de las libertades
básicas y de los derechos humanos.
Por otro lado estaría la
represión nacional, es decir, la prohibición de cualquier manifestación
cultural diferente de la española oficial, que provoca la condenación de la lengua
catalana, reduciéndola al ámbito familiar y al folklore, impidiendo su
normalización lingüística.
Toda opresión, lleva
consigo, o debería llevar, una reacción, es decir, una resistencia a que ese
dominio, de uno sobre otro, se perpetúe en la eternidad. En este caso, la
resistencia se realizaba desde el exilio, ya que la coerción era tal, que a
veces no había otra solución. Sin embargo, desde el Estado existía una cierta “rebeldía”
que se plasmaba en la salvación de algunas palabras valencianas ¿Cómo se
salvaban estas palabras? Escribiéndolas en cuadernos esperando a que acabe la
etapa franquista con la esperanza de recobrar la cultura perdida en un futuro.
Esta apuesta por la
esperanza, en lugar de por la distribución de la lengua, fue debido a que las
autoridades franquistas no permitían una edición normalizada en el estándar
consolidado a partir de las propuestas filológicas de Pompeu Fabra, y que los valencianos habían aprobado por unanimidad
de las Normas de Castellón en 1932.
Ahora bien, durante los primeros años de la postguerra se permitían ediciones
catalanas no normativas (anteriores a la normativa fabriana o extranjeras), lo
que desencadenó la impresión falsificada, para poder saltarse las leyes de
censura. De todas formas, publicar en otra lengua que no fuera la castellana
era casi imposible, es más, sólo existía una única editorial, Torre,
que estaba fundada por Xavier Casp y Miquel Adlert. Aunque es cierto que,
durante los primeros años de transición, abrió la editorial Tres
i Quatre, que se consolidó en los años consecutivos y a la que
siguieron muchas otras.
Continuando con la “lucha”
desde la legalidad, encontramos ciertas instituciones
poco reivindicativas y olvidadas por el franquismo. Este es el caso de Lo Rat Penat (ya comentado en el libro A cau d’orella de Carme Miquel) y la Societat Castellonenca de Cultura.
Ambas eran instituciones políticamente innocuas, conservadoras, folclóricas y fáciles de
controlar y manipular. Ahora bien, el caso de Lo Rat Penat, en 1948, mejoró un poco con la entrada de Carles
Salvador como director de Literatura y Filología, dado que se empezaron a
realizar cursos para formar, a quienes querían, en la lengua valenciana.
No obstante, habían otras
instituciones que permitían la formación en la lengua materna de estos
territorios, como es el caso de la Universitat de València, que inició
cursos de lengua y cultura en 1954, a cargo
del filólogo Manuel Sanchis Guarner, con libros como: La llengua dels valencians y Gramàtica valeciana. En cambió, fue Joan
Fuster quién se lleva el as entre los intelectuales y políticos.
Nuestro protagonista había
entablado amistad con el susodicho as de los intelectuales y políticos, ambos
solían acudir a las tertulias clandestinas que se celebraban en casa de Miquel
Adlert. Sin embargo, pronto aparecieron las discrepancias ideológicas i
estéticas entre Casp/Adlert y Fuster/Estellés que acabaron en una escisión,
incluso habiendo sido fruto de aquellas reuniones, las obras de Nosaltres
els Valencians y El país valencia.
Asimismo, Fuster sufrió el ataque del anticatalanismo (ideología fascista)
durante la transición española, al igual que lo sufrieron otros intelectuales,
entre ellos el que hoy nos atañe.
Posteriormente, para dejar
clara la producción de obras valencianas, dejo una tabla con los premios y
escritores que hubo durante la dictadura:
Dentro de los premios
literarios que se dieron, en resumen, fueron los siguientes:
|
Premio poético de Literatura de la Diputación de
Valencia en 1949, que no fue un premio catalán hasta 1958.
|
L’Ausiàs
March de Gandia ( creado en
1959)
|
Permis
d’octubre Vicent Andrés Estellés.
|
Luego tendríamos a los
escritores de narrativa
|
urbana
|
Beatriu Civera ( Entre el Cel y la Terra, 1956)
|
Maria Beneyto ( La dona forta, 1961)
|
Ambiente rural o marinero.
|
Jordi Valor i Serra ( Lina Morell. Un cas apassionant)
|
Maria Ivars ( L’últim Serv, 1965)
|
Martí Domínguez i
Barberà ( El shorts, 1972)
|
Enric Valor ( L’ambició d’Aleix (1960)// Rondalles Valencianes).
|
Una vez analizado dicho
contexto, continuaremos con la biografía de nuestro poeta y periodista.
Estellés, antes de ser un
embellecedor de la vida, fue un niño que nació en 1924 en Burjassot, comarca de
l’Horta de València, cuyo padre era panadero y tenía que compartirlo con su
hermana Carmen.
Al principio se interesó
más por el teatro que por los poemas, pero cuando estalló la Guerra Civil, este
niño de tan sólo 12 años, como muchos otros, algunos con menos suerte, sufrió la violencia y la lucha continua, la
intranquilidad y el miedo hasta la llegada del franquismo, que no mejoró las
cosas, más bien las empeoró, puesto que la
escala de desigualdad creció todavía más.
El régimen, debido a esa
manca de libertades, es decir, a esa injusticia; le obligo a quemar gran parte
de la biblioteca que utilizaba de forma autodidacta, debido a que muchos de los
libros que poseía se consideraron prohibidos, por consiguiente, le tocó
trabajar de panadero, después de orfebre, más tarde de mecanógrafo y ya hacia
el final, de ordenanza. Hasta que, en 1942 publicó su primer artículo, Jornada, e ingresó como becado en la Escuela Oficial de Periodismo en Madrid.
Lugar en el que publicó varios poemas en castellano.
Con 21 años, entró al
servicio militar en el pirineo de Navarra, en el que continuó escribiendo
versos y estrofas, pero esta vez en una de las lenguas oprimidas.
Después de su formación
militar vuelve a Valencia, donde se muda en 1948, gracias a su contratación
como periodista en el diario Las provincias.
Mientras trabajaba como
articulista, elaboró su primer libro,
Ciutat a Cau d’orella (1953), y dos años después se casó con una trabajadora
del Ayuntamiento de Valencia, llamada Isabel Llorente, con la que tuvo una hija
que murió al cabo de 4 meses y cuya muerte le persiguió a lo largo de gran
parte de su vida, evolucionando, eso sí, desde una muerte trascendental y
dramática, a una más bien tranquila, comprensiva y natural. De ahí que encontremos libros de poemas que
recogen este tema, como es el caso de La nit (1956), Primera soledad (1988 se publica) y Coral romput (Cant III); que, al mismo tiempo, tratan la muerte de
familiares suyos por enfermedades ( tuberculosis) y razones de herencia.
Después del fallecimiento de
su primera hija, cuyo nombre era el mismo que el de la madre, trajeron al mundo
dos criaturas más, Vicent y Carmina.
Años más tarde, publicó Donzell amarg (1958), quedando finalista
del premio Óssa Menor y L’amant de tota la vida (1966). Análogamente,
reelabora Els manuscrits de Burjassot
que el mismo había creado.
En 1971, vieron la luz 5
libros más: Primera audició, L’inventari clement, Llibre de meravelles, La clau que obri tots
els panys y Llibre d’exilis.
Un año después, la
editorial Tres i Quatre publica la obra completa con un primer volumen Romane tenebres, prologado por Joan
Fuster, que casi consigue el premio de la Crítica Serra D’or, momento en el
que se produce el “boom Estellés” y empieza a ser reconocido y conocido, sobre
todo con la efervescencia de Nova cançó, movimiento cultural con
el que simpatizaba.
La gratificación de acabar
finalista le produce un crecimiento en las raíces de su causa y así es como homenajea
a su pueblo con la elaboración de Mural
del País Valencià, cuya estructura recuerda a “Canto General” de Pablo Neruda.
Dicho homenaje está compuesto por 60 libros y alrededor de 1000 páginas,
por consiguiente, fue editado en 3 volúmenes
por la editorial “Tres i Quatre. Es más,
la elaboración del mismo ocupo 4 años, desde 1974 hasta 1978.
Si nos centramos en
aquello que le interesaba a nuestro protagonista a sus 12 años, podemos añadir
que quedo finalista de concursos teatrales, pero, obviamente, ninguna de ellas
está a la altura de su poesía. Así encontramos:
-
Poemas
escénicos: Oratoris del nostre temps
(1978) y Dos drames i una farsa (2002)
-
Autobiográficos:
Quadern de Bonaire (1985), Tractat de les maduixes (1985) y La perra boja (1988).
-
Novela erótica
breve: El coixinet (1987).
-
Prosas: Boix, Heras, Armengol (1972) y El forn del sol (1986)
-
Cuentos
juveniles: Aventura d’un doia de mercat
(1987)
También ganó numerosos premios,
como por ejemplo:
-
El Cantonigròs
de 1956 por Donzell amarg.
-
El valència de
Literatura de la Diputació ( 1958) por La
clau que obri tots els panys.
-
L’Ausiàs March
de Gandia 1966, por L’inventari clement.
-
Lletra d’or
1974, por el segundo volumen de la obra completa Les pedres de l’ànfora
-
El Premi
d’honor de les Lletres Catalanes 1978.
-
La critica
Serra d’or de poesía en 1975 por Les
pedres de l’ànfora y en 1978 por Balanç de Mar.
Como anécdota, cabe decir
que, desde 1973, dentro de los Premis
Octubre de València hay uno, concretamente de poesía, con el nombre de Vicent
Andrés Estellés y el Ayuntamiento de Burjassot tiene 3 premios, uno de
narrativa, otro de poesía y el último de narrativa científica.
Finalmente, Estellés muere
en Valencia en el año 1993.
Como hemos podido
comprobar, nuestro poeta nombra su contexto de forma indirecta, a pesar de
hacerlo, en contadas ocasiones, de forma directa. Esto es consecuencia de la
censura que había instaurado el régimen, que más que ir contra la lengua
valenciana, iba contra las ideas expresadas en esa lengua o en cualquier otra.
Debido a esta manca de
libertades, la poesía de Estellés tiene 2 periodos: el primer periodo abarcaría
de 1953 a 1970, mientras que el segundo lo haría desde 1971 hasta el final.
Respecto a los temas, como
se ha señalado al inició, son de temática universal: hambre, sexo, muerte y
amor constituyen múltiples registros. De hecho, nos habla del horror de la guerra,
la muerte concreta y palpable de su infancia y juventud, el hambre, la degradación
colectiva de un pueblo, las persecuciones, la rabia, la impotencia, la
alienación, la incomunicación, la esperanza, la lucha constante, la alegría
frágil…
Hay que tener en cuenta,
como ya he mencionado, que su poesía no es plana, sino que sigue una evolución.
En otras palabras, las composiciones, a lo largo del tiempo, muestran una
progresión emocional y actitudinal que va del individualismo (lirica
existencial y metafísica) a la apertura de la sociedad, la colectividad… es
decir, hacía una poesía militante, de solidaridad con la causa de los
explotados, de principios estéticos y éticos de la literatura realista y de
compromiso (postulada por Josep María Castell y Joaquim Molas), llena de
interés por los problemas políticos y sociales.
En el libro, Llibre de meravelles, el autor marca ese
paso del individualismo a la forma realista, vital y liberadora. Actitud que se
prolonga hasta el final de su vida y que culmina con el Mural del País Valencià. No obstante, nuestro poeta no fue únicamente realista,
sino que sus líneas temáticas son diversas y sus formas métricas y estilísticas
también. Ahora bien, estas líneas se pueden concretar en 4 básicas: la poesía
civil, la poesía cuotidiana, la poesía existencial y la poesía imaginativa.
La primera, es decir, la
civil, abarca el tema de la guerra, de los horrores de la confrontación, de los
sufrimientos, de las privaciones, las amenazas de la muerte y de la postguerra.
Ésta última más frecuente, ya que el autor subraya que la postguerra fue peor
que la batalla que se libró entre los que defendían la libertad del pueblo y
los que estaban apoyados por las potencias occidentales. Dentro de esta línea
encontramos: Cant temporal, Llibre de meravelles, Mural del País Valencià, Lletra al pintor
valencià Josep Renau (1978), Ofici a
la memoria de Joan B.Peset (1979)
La temática de la
cotidianeidad incluye la descripción de las cosas sencillas y pequeñas que
pasan en la vida diaria, pero sin idealizar la realidad que lo envuelve, es
decir, no es optimista ni pesimista, un ejemplo seria L’Hotel París. Asimismo, utiliza un lenguaje propio de la calle,
casi rozando el vulgar y poco poético, como es el caso de L’Exili d’Ovidi, en el que, como en tantos otros, utiliza la
alegoría para decir las cosas que de otra forma no se podrían narrar.
La poesía existencial,
está enfocada en el “yo” del poeta y en ella predominan 2 motivos: la muerte y
el amor.
La primera, por ser una
obsesión que pasa de la transcendencia al esperpento. Aunque, también es cierto
que a veces trata este tema desde la muerte colectiva y anónima que ocurrió en
la guerra, relacionándola más directamente con la temática civil.
La segunda, es decir, el
amor, por ser sobretodo pasional, parecido al de Auriàs March. En otras
palabras, se trata de un amor que se topa de cara con la represión castradora
del nacional-catolicismo.
Dentro de la temática de
la poesía existencial podríamos señalar a L’Hotel
París (1973), Hamburg (1974) y Pedres
de foc (1975).
La última línea temática,
se mueve sobre una poesía fresca, breve de estrofa, próxima o tradicional,
menos abundante, con un tono lúdico, en la que se personifica a la naturaleza e
incluso se erotiza, como es el caso de Cançó a la Lluna, Antibes (1976), y Sonata
d’Isabel (1990).
En lo que se refiere al
estilo, Joan Fuster cualifica a Vicent Andrés Estellés de un “Poeta
de Realidades”, que no es lo
mismo que un poeta realista, ya que, en su caso, lo único que pretendía con
todos estos versos, era reflexionar y testimoniar sobre su contexto, sobre su
mundo. En consecuencia, se podría decir que lo que diferencia a Estellés de
otros autores realistas es la actitud: los realistas escribían desde el pueblo
con soberbia y no únicamente para el pueblo; mientras que, Vicent, lo hace con
humildad, es decir, lo que lo diferencia de los realistas es la ruptura con el
ideal de escritor.
La estampación de esa
humildad deja su huella en la utilización de un lenguaje coloquial, puesto que
lo convierte en simbología abstracta sin caer en el cripticismo ni en el
lirismo gratuito.
Si lo analizamos con
detenimiento, podemos comprobar que articula su lenguaje poético alrededor de 3
ejes:
- Los clásicos valencianos del siglo XV
- La literatura catalana contemporánea.
- Gusto por las formas dialectales de la propia lengua,
es decir, coloquialismos, piezas léxicas particulares y características
del habla de la huerta de Valencia.
Además, decidió utilizar
dicho lenguaje poético por dos razones:
La primera es didáctico-patriótica,
en otras palabras, se trata de un lenguaje poético para un público amplio y por
un compromiso social, que no es otro que la denuncia de lo que estaba pasando
en aquel periodo histórico.
La segunda razón es
personal, es decir, tenía como objetivo justificar su existencia y entenderse a
sí mismo y a la lengua/ pueblo al que pertenece.
No obstante, Estellés
utiliza múltiples figuras retoricas, como lo son los recursos rematicos y
formales: metáforas, aliteraciones, comparaciones, anáforas, juego de imágenes,
enumeración, encabalgamientos... y las formas métricas, de estrofas y de
composiciones poéticas. Ya que, a pesar de escribir en un lenguaje coloquial,
se trataba de un poeta culto, su intención con la utilización de un lenguaje
tan hablado por la gente del pueblo era, entre otros motivos ya comentados con anterioridad, la intención divulgativa.
Estellés se había formado
académicamente y de forma autodidacta, conocía la literatura española y la
universal. Gracias a estos saberes, utilizó todas las tendencias del siglo XX
que conocía para elaborar simbologías a partir del asíndeton y de la metonimia,
que le permitían hablar duramente del régimen franquista sin que ello le
repercutiera, ferozmente, en su vida diaria.
El análisis de los poemas
siguientes está escrito en valenciano y puede contener faltas de ortografía o
de sintaxis, por lo que requiere de una revisión por parte del lector antes de
copiar o estudiar directamente el presente trabajo.
Els poemes analitzats pertanyen al llibre Antologia poètica de l'edició Bromera, amb anotacions de Juli Capilla. Aquest llibre és la base del treball,
per tant, es fa necessari tenir-ho a mà per a complementar l’extracció de les
idees que farem a continuació, ja que d’altra forma, el document es tornaria
inútil i inclús avorrit.
Abans de començar, s'ha d'aclarir que l’ordre elegit en l’exposició
d’aquestes composicions respon al lineal en el temps, però es torna saltejat en
el llibre, ja que d’aquesta forma es pot comprovar l’evolució de l’autor
des d'una poesia més individual i existencial cap a una de compromís
polític, unida amb el col·lectiu.
El primer llibre que tractem serà Ciutat
a cau d’orella (1953) del que tenim un poema criatura en dissabte. En aquest, l’autor ens descriu a
la seua filla un dia qualsevol amb adjectius que provenen de la
natura i que donen un fil d’esperança, per tant, corresponen a les dues alinees
temàtiques: existencial i quotidiana.
No obstant
això, en el període de 1953-1956 trobem el poemari La nit, que el va escriure poc desprès de morir la seva primera
filla, per tant, tots els poemes que el componen estan marcats pel
existencialisme, a excepció del 13.
Si concretem un poc més, es pot dir que al primer poema, és a
dir, al 10: Cançó de bressol, ens
parla de què està sofrint una persecució psicològica de la mort
de sa filla. Aquesta idea torna a aparéixer al poema següent: És així, si us plau, que ens informa
del soroll que fa la mort quan se'n va, eixe soroll representa la
tristesa i el dolor que substitueixen la pèrdua d’un ser volgut.
Seguidament, al poema 12 ja ha interioritzat la mort com a una de
les cares d’una mateixa moneda i parle d'ella com a una part de
nosaltres mateixos.
Al poema 13 A Sant Vicent
Ferrer, fa un gir de la poesia existencial cap a la quotidiana i civil;
perquè, per una part, ens descriu, dia a dia, la depressió que ha provocat la
mort de la seua filla, però, per l’altra, recobra l’ànim a
l'inclinar les seues forces cap a la lluita per
la seua llengua des d'una realitat llunyana a la
idealització i la supèrbia.
Aquesta
força s’enfonsa de nou al poema 14, al qual torna a descriure la tristesa que
li provoca trobar a faltar a la seua filla.
En aquest mateix any de 1953 trobem, també, El primer llibre de les èglogues del que tenim, en aquesta
antologia l'Ègloga I, que tracta
d’una conversa entre dues secretaries, és a dir, es tracta d’una
poesia quotidiana que, a més, trenca amb l’esquema habitual de les èglogues.
Personalment, crec que l’autor, amb eixa crema
de “vels” fa una metàfora, la qual relaciona vels amb records dolorosos de la
guerra que sols es “cremen” quan els comparteixen entre elles.
Continuem amb poemes de temàtica quotidiana al llibre “L’ofici de demà” que
correspon al període de 1953 fins a 1960 i dins del qual ens topem amb el poema
65: Agafaria una guitarra, que ens
parla de la bellesa de la vida si es contempla amb humilitat. Mentre que el
següent poema: Salam de l’entreacte, ens pot donar a
entendre que existeix una dualitat en la societat, és a dir, certes
contradiccions. Però, també fa referència a la lluita al carrer mitjanant
vagues, per exemple, i critica, al meu paréixer, la religió catòlica a
l’última part del poema.
Dins d’aquest període trobem L’hotel París (1954) del que tenim dues
poesies, també de temàtica quotidiana: la 54 i la 55.
La primera fa un elogi a totes les dones de classe humil que viuen com
poden en la postguerra espanyola. Mentre que en la segona, al mateix temps que
descriu la realitat i la vida diària, ens fa una crítica a les aparences, als
valors socials que fan hipòcrita i contradictòria les accions dels éssers
humans.
L’inventari
clement el va començar el mateix
any que L’hotel París, però, en
aquest cas, va durar fins a 1955 i en tenim un sol poema d'ell, Post-mortem,
que torna a ser existencialista perquè la idea principal és el record trist de
la mort de la seua primera filla.
Aquest tipus de poesia, és a dir,
l’existencial, torna a aparéixer als poemes 56, 57 i 58 d’aquest llibre i que
pertanyen a L’amant de tota la vida
(1954-1955). En general, els poemes anomenats parlen de l’amor pur i real
portat a lo quotidià.
Durant aquest període que engloba des de 1954 fins a 1955, també trobem Versos per a Jackeley, del que tenim el poema 60, que
junta la poesia civil amb la quotidiana al fer una crítica a la realitat
de la postguerra i a la manca de llibertats i de qualitat de vida, així com del
dolor que va produir la Guerra Civil i les injustícies que va cometre el règim
franquista durant i després, de la mateixa. A més, l’autor es veu més jove que
alguns joves, perquè ell encara té rebel·lia i consciència, mentre que la
joventut a perdut aquestes característiques tan relacionades amb l’edat de
l'adolescència perquè veuen el seu context normalitzat al viure sense una
mirada critica.
En 1956 continua amb la temàtica quotidiana però la mescla amb
l’existencial en el Llibre d’exilis
del que tenim dos poemes: el 34 i el 35.
El primer ens parla del País Valencià, és a
dir, de la seua terra amb una metàfora, desitjant poder anomenar-la com a
pàtria sense censures ni conseqüències.
El segon ens transmet la idea de que no
som ningú sense documents, documents de molts tipus. Aquesta idea és molt interessant,
perquè és d’eixos temes que fan d’Estellés un poeta universal, ja que, en
l'actualitat, tampoc som ningú
sense papers, necessitem currículums, DNI, passaport... Al cap i a la fi, la
gent, nosaltres, sols som números en un sistema, això si, digital.
Des de 1956 fins a 1958 tenim El llibre de les meravelles que té un
poc a veure amb el de Ramon Llull, perquè en aquest, és quan l’autor marca una
evolució cap a una poesia realista, més vital i amb més càrrega política que
qüestiona l’estat de les coses, com ocorre al llibre de Ramon Llull amb el
protagonista.
Aquesta actitud cap a la lluita de les
llibertats col·lectives es prolongarà al llarg de la seua vida.
A més, d’aquest fabulós Llibre de les Meravelles en tenim nou poemes en la present antologia,
que tracten les temàtiques de lo civil, lo quotidià i lo existencial amb diferents combinacions.
Si parlem d'ajuntar les tres
temàtiques, ens trobem: No escric
èglogues i Per exemple.
El primer ens descriu un amor platònic que l’autor sent com a desig carnal
en una dòna, remarcant la seua sensualitat en les cames i trencant els tabús.
Mentre que el segon, és més polític, ja que parla del dia a dia de la
postguerra, i de com les emocions que van sentir quan s’acabava la guerra
civil, es van veure truncades amb els anys de franquisme que van significar una
manca de llibertats i de qualitat de vida en les cases més humils de la
societat i dels que pensaven de manera contraria al règim.
En cas de combinar l’existencial amb la
quotidiana, trobem: Testament Mural i
Els amants. Ambos, ens parlen de
l’amor passional, que conviu entre la tendresa de sentiments i la brusquedat
d’actes compartits i permissius.
Al Testament Mural, ens relata
eixe tipus d’amor adolescent que trenca amb el puerilisme dels valors morals i
socials del règim.
Passa el mateix al segon, amb l’única diferencia en la trencada dels
formalismes en els nuvis i que, amb eixa trencada de formalismes i
d’estereotips, es sentien malament amb ells mateixos però, simultàniament, es
sentien orgullosos de ser diferents. Descobrint així, una la dualitat entre el
sentiment i el rol social.
Altra combinació la trobem en Ací, poema 9 d’aquest llibre que baralla
la poesia civil amb l’existencial al fer un homenatge a Ausiàs March,
descrivint el seu afecte i admiració per ell. Justificant i omplint de sentit
la seua causa.
Per últim, les quatre poesies que ens queden corresponen a una línia
temàtica diferent:
Per una banda, Ací em pariren i ací
estic s’assembla a una cançó popular, fet que l’aproxima a la poesia
quotidiana, però és cert, que l’autor també està reivindicant la seua cultura
prohibida pel règim.
Per altra banda, Demà serà una cançó tracta la temàtica existencial amb més
profunditat, ja que l’autor té certa melancolia en recordar un moment concret
de la festa de Sant Josep a València, quan era jove. No obstant això, des del
meu paréixer, Estellés també està fent un recordatori de la seua filla quan veu
als seus fills rient i torna a pensar en ella i a desitjar que estiguera ací
mateix amb els seus germans.
Finalment, els dos poemes que ens falten
analitzar d’aquest Llibre de les
Meravelles, pertanyen a la poesia civil.
El primer, Cant
a Vicent, és un autoqüestionament del
mateix Vicent Andrés Estellés al
voltat de si deuria o no parlar de valència. Aquest dubte sorgeix per la por a
la repressió, a la censura i als problemes que pot provocar escriuré en
valencià al voltat de la seua pròpia terra.
El segon, Assumiràs la veu d’un poble
parla d'ell com a col·lectiu i posa aquest com al més importat, per tant, està
descrivint una consciència de classe, de solidaritat i de lluita altruista per
les llibertats d’un conjunt de població. A més, ja cap al final, reafirma amb
seguretat la seua opció d'organitzar la lluita conjunta per a aconseguir de nou
les llibertats, sense tindre por a les conseqüències.
Una vegada acabat aquest poemari, ens topem
amb El gran foc dels garbons
(1958-1967) del que posseïm 5 poemes.
El primer d’ells és el 17 que continua amb la
poesia civil, perquè, al meu paréixer, fa una denúncia als traïdors que venien
als combatius a canvi de menjar, roba o altres coses. Aquesta falta de
consciència està emparada pel context de fam i misèries que vivia la gent, en
conseqüència, Estellés fa presència de la seua empatia i descriu les assenyalades
accions amb comprensió.
El segon poema, el 18, conjuga la poesia civil
amb l'existencial, ja que l’autor fa evident la lluita per la seua cultura i en
definitiva, pel seu poble, a pesar de la censura i les possibles conseqüències.
Així mateix, anomena alguns erudits de la llengua com a còmplices i
motivadors de la seua lluita.
El següent poema, és a dir, el 19. Ens parla
de la quotidianitat del seu passat jugant amb les panolles i el cacau. Es veu
com una cosa curiosa i mostra una proximitat entre la natura i la vida diària
dels xiquets.
Finalment, el poema 20 d’aquesta antologia, uneix lo existencial amb lo quotidià i lo civil.
En el cas de lo quotidià, el poema 20 ho tracta utilitzant
els costums que es tenen quan algú es mor, sobretot l’arribada de la notícia de
la defunció.
En el cas de lo civil, es
mostra en la humilitat amb la que tracta el tema.
Per últim, l’existencial apareix pel tema de
la mort com a final de la vida i del fet de patir, és a dir, el troba un
alliberament.
Aquest tema de la mort i de l’existencialisme,
també està al poema 17 d’aquesta antologia, ja que pareix una continuació del
20 perquè encara tracta la mort com l’escapada dels dolors i dels mals de la
vida. La mort acaba convertint-se en una cosa natural que no té per què fer-nos
por.
Un any després de la data del llibre anterior, es desplega L’engan Conech
(1959-1961) del que tenim dos poemes: el 31 i el 32 d’aquesta antologia.
El poema 31 ens parla de nou d’Ausiàs March,
de la seua mort i del sentiment de tristesa d’aquell succés. Mentre que el
següent, és més existencial que l’anterior perquè ens parla d’un desig amorós
ple de força.
Com hem pogut veure, fins ara tots els poemes
juguen amb la temàtica existencial, quotidiana i civil però ningú d’ells toca
la poesia imaginativa. Aquesta última temàtica, apareix per primera vegada en
la present antologia amb el poema que pertany a Antibes (1960-1971), que barreja la imaginació amb la quotidianitat
quan ens parla dels fets del dia a dia, però, imaginant-se mort i recordant la
seua infantesa i joventut, sempre, subratllant que pertany a un poble i que
lluita per la seua cultura.
En 1962 tenim Epitafis del que posseïm el poema 30. Aquest poema, en realitat, no
tracta la mort, sinó la manipulació post-mort que
podrien fer, no sols dels seus poemes, sinó de totes les obres literàries que
pertanyen a persones, ja mortes, que lluitaven contra el sistema establert.
En aquest mateix anys troben Quaderns de 1962 del que tenim el poema
33 que, com a temàtica civil que és, relata l'amargura que sentien les classes
socials més humils en la postguerra, aquella calma (cel) que creien que
tindrien i que sols era una il·lusió, perquè encara és pitjor eixa calma que la
guerra que van passar.
De 1963 a 1970 tenim Horacianes
del que posseïm 7 poemes de temàtica quotidiana.
Al primer d’ells, és a dir, al 21 d’aquesta
antologia, l’autor ens descriu el plaer al menjar el pimentó torrat, que és un
dels menjars típics de la seua terra.
El segon poema, és a dir, el poema 22, mostra
l’agraïment per l’esforç que va fer el seu pare, per a que Estellés rebera la millor
educació possible. A més, assenyala d’una manera implícita, que l’analfabetisme
del qual formava part, ja no sols son pare, sinó gran part de la població, era
provocada pels contextos i les situacions de pobresa, falta
de recursos, etc.
Continuem amb el poema 23, que
des del meu punt de vista fa un homenatge a aquells homes de classes
socials més humils i lluitadores, els quals intentaven fer entendre a
la gent la situació que s’aveïnava amb el franquisme.
El següent poema, el 24, fa una referència a
la idea de la vida com a un conjunt de petits detalls que a més de ser bonics,
ens fan gaudir de la nostra existència.
Consecutivament, troben el poema 26, que ens informa d’aquell atac a Joan Fuster
per part del blaverisme, aquest atac correspon a la redacció de Nosaltres els valencians. Per tant, es
pot dir que Estellés torna a fer una crítica a la censura injusta del règim
franquista.
Després del 26, ens toca parlar del poema 27,
el qual ens dona a conéixer a
Raimon, que era un cantant de música valenciana combativa, i que Estellés sent
empatia amb les seues cançons, adonant-se de què encara era necessària la
lluita.
El penúltim poema, és a dir, el 28, torna
novament a l’existencialisme i a parlar d'ell mateix, en concreció, de la seua
mort. Podem dir, que la idea principal és que la vida es divideix en moments
agradables i desagradables.
L’últim poema, el 29, ens mostra el desig de
l’autor per ajudar a preservar la seua cultura davant dels actes injusts del
franquisme.
Després de tota aquesta extensa producció, en
1968 ens trobem amb Els amants que té
un únic poema en la present antologia, el 41 que torna altra vegada a parlar
d’un amor de joventut, que, d’una manera o altra, ens vol transmetre que encara
que haja passat els temps, la seua passió no ha disminuït.
Dos anys després de Els amants tenim De quan Joan Fuster i Estellés (1970), repertori
que es tanca amb el poema 61, que esmenta anys passats amb Joan Fuster.
Aquests anys es poden veure de dues formes: una és com a un fet anecdòtic
que els va ocórrer en la seua joventut, i l’altra és com a una metàfora, si
mirem a la dona com si fóra la representació del seu origen i de la seua
cultura, i a la llet com les idees que els van alimentar a ambos.
Al mateix any comença Taula Parada (1970-1973), de la que tenim 3 poemes, dos d’ells són
cançons:
El primer dels tres és el 47 Cançó a
la rosa de paper. En aquest poema es mostra com els ideals de llibertat
(rosa) van pel poble de forma clandestina, evitant els abusos de poder del
règim. No obstant això, personalment, relacione el poema de José Martí Una rosa blanca amb la rosa de paper
d'Estellés, però canviant el significat, ja que, en aquest cas, la rosa de
paper representa la lluita política de José Martí, qui volia tornar a la seva cultura la importància que té. Com és
obvi, Estellés s’identifica amb Martí perquè ell també busca que la seua
llengua d’eixa de ser la llengua col·loquial i se li comence a donar el valor
que té com a identificació d’un poble.
Altre aspecte que vaig analitzar és el
fet de que la protagonista del
poema podria ser la República, qui, per tant, vol la rosa (llibertats i drets)
i que una vegada fets, amb el colp
d’Estat de la dreta, la República es va enfonsar, però l'estima d'eixa rosa
metafòrica encara estiguera present al poble.
Continuem amb el segon poema, Cançó de la lluna. Aquest ens fa
referència a la lluna de València, molt sovint utilitzat en frases fetes o
refranys, per tant, es pot relacionar amb la cultura i la unió del poble per
aquesta.
Per últim, Cercles
del russafi, primera part XIII.
Ens parla de l’exili de companys seus, però ho narra en primera persona perquè
ell és la veu del poble i, per tant, empatitza amb els problemes de
la seua gent.
Altre llibre
que té com a data d’inici 1970 és Les
acaballes de catul que es tanca en
1977.
D’aquest llibre posseïm 5 poemes, dos dels
quals, el 36 i el 38, segueixen, d’una forma barrejada, les temàtiques de la
quotidianitat i l’existencialisme.
És certs que els dos parlen de l'amor romàntic
i passional, però, en el cas del primer d’ells, és a dir, el 36, ens torna a
recordar, sense contemplacions, aquells dies que va mantenir la primera
experiència sexual o el primer amor. En tot cas, es tracta d’una experiència única.
Mentre que, el poema 38, encara que tracta el mateix tema, es diferencia del
primer perquè en aquest s’incorporen aspectes de la natura.
Després d’aquests dos poemes, en tenim dos més
que són, exclusivament, d’una temàtica existencial i que corresponen als
números 37 i 40:
En el primer poema, Estellés pareix que ens
vulga donar a conéixer els seus dubtes d’anar contra els valors morals del
règim, com per exemple, anar contra la religiositat. També ens explica la seua
acció inevitable de lluitar, ja que pensa i desitja que la dictadura de Francisco Franco ha d'esclatar en
rebel·lions algun dia i pel seu mateix pes, hauria de caure.
El poema 40, amb la seua composició de dos
versos, ens declara la importància de la vida, que, per a l’autor, pot ser que
no significa sobreviure sinó viure, que són dues coses ben distintes.
L’últim dels 5 poemes d’aquest llibre és el
39, que ens fa referència a la lluita que fa Estellés per a que la seua llengua, i per tant,
cultura, es reconeguen en un futur. Declarant, consegüentment, que en eixe
futur recordaran a Estellés amb estima i honor.
En el mateix any que el llibre anterior, és a
dir, entre 1970 i 1977, trobem, també, Ora
marítima amb tres poemes en aquest llibre, el 42, el 43 i el 44, tots ells
de temàtica civil a excepció del primer, el qual també en té d’existencial,
perquè tracta un moment de tristor post mortem, ja que pensa que potser es
recorden els seus poemes i la seua lluita, però està segur que ningú el
recordarà per ser qui és, en altres paraules, ell pensa que si haguera sigut
qualsevol altra persona que no haguera escrit res, no el recordaria ningú, i
això ens pot fer reflexionar al voltat de la jerarquia en la
importància de les persones.
El poema 43 i el 44 parlen al voltant de la
Guerra civil i la postguerra, per tant, podem dir que pertanyen a la poesia
civil.
Al poema 43, Estellés declara que ell porta la
llibertat en el cor, i aquesta llibertat, no és altra que la de poder ser
ell mateix amb la seua cultura. No obstant això, pensa que, l’únic
que pot fer per ella és resar.
Aquest sentiment de resignació es troba,
també, al següent poema, en el qual l’autor declara que ha de ser
feliç abandonant la seua cultura i quan tot haja passat,
recordarà sempre l'opressió que va sofrir.
En 1971, quatre anys abans de l’abolició del
franquisme, trobem Primera audició
del que tenim, en aquesta antologia, dos fragments de dos dels
poemes d’aquest llibre.
El primer fragment, Festes de la novençana, pertany a la temàtica imaginativa, a
l'igual que el segon fragment La
pols del camí.
El primer d’ells, ens parla d’un record d’Estellés sobre la seva dona un dia qualsevol. Es tracta d’un
record ple d’erotisme natural, que reflectia la felicitat dels detalls de la
quotidianitat. Mentre que el segon, molt més polític, fa referència a
l'esperança com a motivació per a continuar treballant, vivint, sofrint...
totes les conseqüències de la Guerra Civil. No obstant això, eixe desig passiu
és criticat al final del poema quan Estellés recalca la injustícia de la falta
de drets humans o d’humanitat en tractar aquells temps de fam. Podríem
interpretar que Estellés vol fer una crítica a la passivitat de l'esperança
quan no fem res per a acabar amb el sofriment injust.
Amb aquest poema tanquem Primera audició i un any després ens trobem Hamburg, amb el poema 67 d’aquesta antologia, que reflecteix la
idea de la quotidianitat i torna a fer referència a la seua imprescindibilitat,
perquè sols és un més entre tots.
Al final del franquisme, entre 1974 i 1978,
Estellés ens porta Mural del País
Valencià, del que tenim 4 poemes de poesia civil, del 72 fins al 75.
El primer, Als cinquanta anys de la meua vida. Personalment
pense, que l’autor vol assenyalar el ressorgiment de la possible llibertat una
vegada acaba el franquisme, al qual, com he dit al principi, li queda poc.
Al segon poema, Amb molt d’amor i castedat també, Estellés ens fa referència als
seus orígens amb amor i orgull.
El tercer, Res
no em pot complaure tant com acabar amb la meua vida, ens relaciona
el Mural del País Valencià amb el “Canto General” de Pablo Neruda, ja que fa un homenatge a la
història, als paisatges, etc. del País Valencià, i finalment ens transmet el
seu orgull per sentir-se part del poble sent un home humil.
Al quart poema Em permeteu, encara, un orgull personal, recorda amb tristor la
guerra i la postguerra, però, realment, aquest poema està dedicat a la seua
dona, amb la que compartia les mateixes idees i per tant, s’indignaven per les
mateixes coses.
En 1975, any en què va morir Franco, ens
trobem el llibre Pedres de foc que es
representa, en aquesta antologia, al poema 50 Vindrà la mort i jo no seré al llit. En aquest poema, Estellés ens
presenta la mort com una transició tranquil·la, plena de pau i
alliberadora, en altres paraules, ens la presenta com a natural i segura, en
conseqüència, aconsella aprofitar cada moment de la nostra vida sense por a
eixa transició entre la vida i la mort.
Hem de recordar que en aquest
any, és a dir, en 1975, l'Assemblea de Catalunya va
incrementar la seua campanya al voltat de l’Estatut d’Autonomia, pot
ser que Estellés, haja fet una petita referència a aquesta, en les
estrofes de Vida Secreta, llegibles al poema 41 que pertany al llibre Cant temporal. No obstant això, el que
està molt clar, és que Estellés, en aquest poema, té una mirada
esperançadora cap a la lluita i la victòria de la seua causa.
Un any després de la mort del Generalíssim, tenim Estams de la pols (1975-1976), que, amb el poema Els fets, ens parla d'altre factor que
ens fa passius davant de les injustícies en qüestions de treball. Aquest factor
passiu és l'espera del diumenge, que actualment no ha canviat massa, la gent
continuà treballant en professions que no els omplin, no els agraden... perquè
després rebran un salari i tindran uns dies de festa, sense parar-se a pensar,
per exemple, si realment el que no els agrada és l’explotació que estan
sofrint.
De 1975 fins a 1977, trobem Exili d’Ovidi amb tres poemes d’aquesta
antologia, que corresponen al 62, 63 i 64, de temàtica civil barrejada amb la quotidiana
i un poc amb l’existencial en el cas de l’últim.
Al primer poema anomenat, Estellés fa una
referència al seu exili cultural ( no
físic) que va rebre amb el règim franquista i que, com ja s’ha abolit, es torna
a buscar la llibertat en tots els aspectes.
El següent poema, és a dir, al 63, l’autor fa
referència als últims afusellaments a membres del FRAP i de l’ETA. Estellés sent en ell mateix
eixe horror amb molta empatia.
L’últim poema, el 64, mostra el seu odi al
franquisme o amb més concreció, als seus simpatitzants.
En 1986 trobem Ram diürn, representat en el poema Les flors sense nom, en el
que pareix que parle de les persones anònimes i proletàries que ho van donar
tot per a aconseguir les llibertats. Al final del poema, es pot interpretar que
quan diu “m’esperaran vora una carretera”,
Estellés fa una metàfora a les cunetes on acabaven els afusellats que
perseguien l’acabament de l’opressió.
Finalment, aquesta antologia compta amb Sonata d’Isabel (1988-1990) que conté
dos poemes, el 69 i el 60.
Al primer, l’autor recorda a la seua dona en
la quotidianitat amb el mateix amor que sentia per ella el primer dia que es va
enamorar d’Isabel.
L’últim poema, el 60, amb el que es tanca
aquest treball, Estellés descriu la seua ciutat natal amb molta humilitat,
convertint-la en poble, en un col·lectiu humà.
En conclusió, els poemes de Vicent Andrés Estellés intercalen les temàtiques en
concordança amb els seus sentiments, per això, moltes vegades després d’un
poema amb molta energia combativa s’intercala u de temàtica existencial, ja que
no sempre tenim les coses clares i de vegades ens desanimem.
Respecte als tipus de temàtica, si les miren
d’una forma general, es pot esbrinar que:
En el cas de la temàtica existencial, aquesta
apareix molt al principi, basada en la melancolia i la tristor, però que, a poc
a poc, va evolucionant cap a l'acceptació i la captació de la mort com a un
alliberament del dolor, per tant, la seua presencia es va mitigant.
Continuant amb la quotidiana, he de dir que
normalment és de temàtica eròtica, té molta expressivitat sensual i natural, a
més, apareix molt sovint al llarg de tota aquesta antologia.
Finalment, tenim la civil i la imaginativa, ambdues apareixen cap al final
del trajecte poètic de l’autor, però en el cas de la civil, aquesta és
veu, moltes vegades, oculta amb noms de personatges clàssics. Aquestes
metàfores són cada vegada més dures, representant
la seua ideologia conreada al llarg de la seva vida, banyada amb
una forta consciència de classe i de poble.
En definitiva, aquesta
antologia és molt interessant per la varietat de poemes que té, a
més, ens dóna unes anotacions
al principi que ens poden orientar un poc per a entendre el context polític i
la biografia d’aquest poeta tan humil i proper al poble, que és Vicent Andrés Estellés i que sense dubte, fa una
lectura molt amena i plena de sentiment.